miércoles, 17 de febrero de 2010

La desee a primera vista. [HI]

Las luces de colores reflejaban la silueta de miles de cuerpo bailando al ritmo de la musica. El vapor de sudor se siente en el aire. Estoy sentada en la barra bebiendo mi 5to tequila, y mi amiga estan bailando con algun chico al azar. Chicos, me parece aburrido de solo pensarlo. Si me gustan pero necesito un descanso.

Miro fijamente a la multitud por un rato. Cuerpos moviendose sin ningun espacio intermedio. Es como una orgia con ropa. Por un momento pienso en irme, miro hacia los baños y siento una mirada penetrante. Una chica, en las escaleras que permiten el acceso a la zona VIP. Sin darme cuenta de como o cuando, la veo junto a mi sonriendo.

"Hey, aburrida?" Me pregunta. A pesar de la poca luz, sus ojos bronce no pasan desapercibidos.

"Aburrida de estar sentada, sola, en una barra, tomando tequila? No, no creo" Dije con un toque de sarcasmo.

"Si quieres te puedo hacer compañia, si me invitas un trago" Dijo con aquel tono de superioridad. Me derritio al instante

Hablamos por media hora palabras tontas sin importancia. Lo que importa es las miradas, los disimulados roces de mano, los choques de rodilla, la carne expuesta de sus piernas en mis ojos. Me cautivo su persona, no podia dejar de pensar en sus labios, finos y carnosos a la vez. Es eso posible? No lo se, solo se que eran perfectos.

"Quieres bailar?" Sus palabras me sacaron de mis pensamientos.

"Por que no?" Dije con un tono natural.

En el ambiente se escuchaba musica electronica, por un momento me senti en un antro gay de mi ciudad. Los cuerpos seguian moviendose como las olas del mar. Un rancio olor a sudor me penetro, pero no me molesto.

La morena estaba frente a mi. Nos vimos fijamente. Nuestros cuerpos se empezaron a mover fluidamente, la distancia que nos separaba poco a poco se fue acortando. Sin saber cuando, sus manos llegaron a mi cuello y naturalmente mis manos encontraron sus caderas. El aire sobraba entre nosotros y la temperatura subio repentinamente. De repente el aroma de su cabello me invadio, un olor a suave vainilla. Su espalda me daba la cara y yo no hacia mas que buscar la manera de juntarnos mas. Estaba agonizando con sus movimientos.

Su cabello cambio a suaves pero acelerados respiros en mi oido. "Quieres salir de aqui?" Me dijo al instante.

No respondi, la tome de la mano y salimos del antro. Al sentir el aire frio chocar contra mi cara pense claramente que no sabia a donde ir. Ella lo noto y sin mas me guio a la entrada del hotel sobre el antro. No era un hotel cinco estrellas, pero en ese momento no me importaba mas que estar con ella. Mi cuerpo la reclamaba.

Subimos al tercer piso, apartamento 305. No me pude contener y enseguida abrio la puerta chocamos contra la pared del pequeño vestibulo. Mis labios atacaron su cuello, mientra que mis manos rozaban su cuerpo. La ropa me molestaba, pero ella tenia otros planes. Mi espalda choco contra la fria pared, creo que era mi turno de sentir. Sus labios me besaron fuertemente, el roce de su lengua con la mia me hizo delirar. Sus manos tocaban cada centimetro de mi cuerpo. Sus labios tomaron camino a mi cuello, y siguieron bajando. Con cada toque me volvia loca. Sus manos dejaron mi cuerpo y se centraron en mi camisa, boton por boton la camisa termino rapidamente en el piso. Y con la camisa, el pantalon. Ella llevaba la ventaja. Mientras besaba mi abdomen, le sugete la cara y la lleve a mis labios. Fue un beso duro, lleno de deseos. Fuimos caminando a la cama.

Sin previo aviso la tumbo sobre el colchon y yo a caballo sobre su cuerpo. Mi objetivo era su ropa. Ella comprendio y se levanto para hacerme el trabajo mas facil. Su camisa ya era parte del cuarto. Su falda no se hizo esperar tampoco. Cuando nos dimos cuenta estabamos observandonos. Miradas llenas de pasion recorrian mi cuerpo y el suyo. Fue incontenible el deseo que aparecio en sus ojos. Presumo que los mios muestran la misma intensidad.

Me atrajo a su cuerpo, me beso con pasion, pero yo deje sus labios y trace un camino hasta su pecho. Necesitaba sentirlos y como soy de las que tienen suerte, el broche de su sosten estaba al frente. Acceso facil pense. Al instante mis labios se encontraron con la piel mas suave que jamas imagine. Sus pechos perfectos eran la gloria, y con mi lengua trace un camino por ellos.


Pero ella me detuvo.



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